Yo Cuento fue uno de esos proyectos de pasión a los que nos lanzamos de cabeza.
Cuando Podemos estaba empezando -nacido de las cenizas de la crisis de 2008 y del espíritu revolucionario del movimiento 15M español- nos pidieron que les ayudáramos a reinventar el lenguaje audiovisual de la política.
Nos volcamos en cada campaña.
El tiempo acabó poniendo a cada uno en su sitio, pero si algo aprendimos es esto:
La pasión es lo que nos mueve. Siempre lo ha hecho y siempre lo hará.