Formamos parte del equipo de bastidores de esta campaña. Creamos el concepto y elaboramos una versión completa del anuncio antes del rodaje, sobre todo porque era complicado. Al estar protagonizado por personas reales, tenía que afectar primero a las emociones reales, antes de intentar conmover al público. Así que, básicamente, hicimos lo más retorcido de todo: creamos la pieza utilizando metraje de otras campañas, para que cuando se rodara la verdadera, se mantuviera fiel a nuestra versión, si no incluso más emotiva.